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Lidia Samudio, nació el 26 de febrero 2002 en Colonia María Antonia, en una humilde familia, sus padres fallecieron a pocos meses de su nacimiento, y más tarde, también su abuela, quien se había encargado de su cuidado, por lo que con tan solo dos años ingresó al Hogar de Niñas Huérfanas María Petkovic, de la ciudad de Villa Elisa, perteneciente a la Congregación Hijas de la Misericordia de la TOR de San Francisco, Paraguay, junto con su hermanita Mirian Samudio, quien en ese entonces tenía cuatro añitos. Las religiosas del Hogar, las recibieron con mucho amor, la cuidaron y le dieron todo, como verdaderas madres.

Este año 2017, Lidia cumplió sus 15 años, estuvo muy feliz en su fiesta con sus amigas del Hogar, pero lastimosamente, después de unos días tuvo que ser internada en el Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñú”, donde estuvo durante 10 días y recibió todas las atenciones necesarias para su salud y siempre acompañada por las religiosas del Hogar; sin embargo, a pesar de todo, no pudo soportar la enfermedad y falleció sorpresivamente en la tarde del 13 de marzo de 2017.

Su deceso, conmocionó a todos quienes la conocían: las Hermanas, las niñas del Hogar, la comunidad educativa del Colegio San Francisco de Asís, de Villa Elisa, donde ella cursaba el primer año de la educación media.

El velatorio tuvo lugar en la capilla del Colegio San Francisco de Asís, donde el féretro fue recibido por sus compañeros, padres y profesores del colegio, además, de las niñas, las Hermanas, amigos y bienhechores del Hogar de Niñas y el sacerdote dominico, P. Ramón Figueras. El féretro fue acompañado por cántico y oraciones. Todos los presentes no pudieron contener sus lágrimas ante tan triste y dolorosa pérdida.
El día 14 de marzo, en horas de la mañana se celebró la santa misa de cuerpo presente con la participación de numerosas personas. Durante toda la mañana, no cesaron de llegar coronas y ramos de flores que adornaban el lugar del velatorio. Ya en horas de la tarde, alrededor de las 14:00 hs el féretro fue trasladado al cementerio de las Hermanas, en el Oasis Franciscano de Itauguá, acompañado por cientos de personas.
En la capilla de Oasis Franciscano, se celebró la última misa de cuerpo presente; participaron sus compañeros, padres y profesores de Colegio, varias Hermanas de la provincia, algunos familiares Lidia, amigos y bienhechores del Hogar. Terminada la santa misa en procesión y entre lágrimas y cantos, fue llevado hasta el cementerio donde el sacerdote bendijo la sepultura y recitó las ultimas oraciones antes del entierro.

Lidia, fue una niña querida por todos los que le conocieron, por su inocencia, por su simpatía, amabilidad y por esa sonrisa que reflejaba su rostro. Estamos seguras que ya está gozando en los brazos del Padre. Y su recuerdo se quedará grabado para siempre en nuestros corazones.

¡Alabado sea Jesucristo!