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En el día se San José, además de celebrar a nuestro santo protector, en República Democrática del Congo hemos tenido varios motivos para alegrarnos y dar gracias a Dios:

1. Apertura de la segunda comunidad bajo la protección de “Santa Clara de Asís” en Kindele _ Kinshasa.
2. Bendición de la capilla y de la nueva casa.
3. Ingreso al noviciado y al postulantado de la Congregación

La jornada comenzó con algunas dificultades a las que ya estamos acostumbradas, la falta de electricidad desde el día anterior no nos permitió tener todas las cosas listas como habíamos organizado, pero la creatividad y el amor que nunca se rinden, hicieron que pudiéramos realizar todo lo programado.
A las 9 hs. realizamos la ceremonia de entrada en la Congregación de las 3 nuevas postulantes: Florance Kandongo, Jeannine Ndanken y Gloria Maweye, y de las 2 novicias: Hna. M. Judith Masanga de la Pasión y Hna. M. Medine del Sagrado Corazón de Jesús. La ceremonia estuvo presidida por la Consejera Provincial y responsable de la misión en la República Democrática del Congo, Hna. M. Graciela Ojeda. Fue una celebración emotiva y conmovedora ya que somos testigos de las primeras vocaciones en tierra congoleña desde que las Hijas de la Misericordia de la TOR de San Francisco llegaron en 2019 para iniciar esta nueva misión.
A las 10 horas, con la presidencia del obispo emérito de la arquidiócesis de Kinshasa, monseñor Édouard Kisonga, la concelebración del párroco p. Philipo Nzoyibengene, el diácono asistente y la presencia de las hermanas, de las jóvenes en formación y algunas personas más cercanas a la comunidad religiosa, se realizó la bendición de la nueva capilla dedicada a Santa Clara de Asís, protectora de la nueva comunidad, así como la bendición del nuevo altar, ambón, sagrario y de toda la casa, por fuera y por dentro, pasando por cada habitación.
Seguidamente continuó la Santa Misa en honor del protector de la Congregación, San José y en acción de gracias por la nueva comunidad y las nuevas novicias y postulantes.
Todas las celebraciones fueron animadas por las aspirantes, postulantes y novicias que con sus tiernas voces y al ritmo congoleño alababan a Dios por tantas gracias recibidas.
Fue un día de fiesta y de felicidad con la alegría propia que caracteriza a este sufrido pueblo, día de agradecimiento a Dios que nos llamó a esta tierra de misión, y de reconocimiento a nuestra querida Madre Fundadora, la Beata María Petković porque cada día sentimos su apoyo espiritual y su bendición. Oramos por la perseverancia de estas nuevas vocaciones que el Señor hoy nos regala para enriquecer a nuestra Familia Religiosa y oramos también, por quienes nos hacen el bien para que podamos llevar a cabo la misión que nos ha sido encomendada y ayudar al pueblo a desarrollar sus capacidades para que puedan progresar y brindar un sustento digno a su familia.