PRIMER ENCUENTRO INTERNACIONAL DE LAICOS Y RELIGIOSAS HIJAS DE LA MISERICORDIA!
LA IGLESIA «EN SALIDA» es una Iglesia con las puertas abiertas. Salir hacia los demás para llegar a las periferias humanas no implica correr hacia el MUNDO sin rumbo y sin sentido. Muchas veces es más bien detener el paso, DEJAR DE LADO LA ANSIEDAD para mirar a los ojos y escuchar, o renunciar a las urgencias para acompañar al que se quedó al costado del camino. (EVANGELIUM GAUDIUM N° 46)
LA IGLESIA «EN SALIDA» es una Iglesia con las puertas abiertas. Salir hacia los demás para llegar a las periferias humanas no implica correr hacia el MUNDO sin rumbo y sin sentido. Muchas veces es más bien detener el paso, DEJAR DE LADO LA ANSIEDAD para mirar a los ojos y escuchar, o renunciar a las urgencias para acompañar al que se quedó al costado del camino. (EVANGELIUM GAUDIUM N° 46)
Del 22 – 30 de setiembre de 2018 se llevò a cabo en Casa Generalicia, Roma el PRIMER ENCUENTRO INTERNACIONAL DE LAICOS Y RELIGIOSAS HIJAS DE LA MISERICORDIA! Con el lema: La Familia de la Beata María Petković “en salida” hacia las periferias del mundo.
Con los OBJETIVOS de:
A) Compartir unidos para gloria de Dios un camino formativo y celebrativo.
B) Proyectar salidas misioneras hacia las periferias del mundo como María Petković.
La superiora general M. Cristina Orsillo en su discruso inagural nos decia: Nosotras, las religiosas/os, debemos saber vivir y trasmitir nuestro carisma, en una palabra “testimoniar los valores de nuestra espiritualidad, de modo que se hagan cada vez más visibles y atrayentes al punto de sugerir a quien observa, el deseo de compartirlos o de adherir a un cierto proyecto, o de involucrarse activamente en el testimonio de estos mismos valores” [1].
Si nos reconocemos complementarios, habrá llegado la hora de podernos “sentar a la misma mesa y beber del mismo pozo y de esta manera, bien se puede llegar a una auténtica vinculación a la misma visión, vida y misión”[2]. “Una vinculación en la que nadie baja y nadie sube de grado; todos nos convertimos en compañeros, marcados por un carisma y enriquecidos por pertenecer a una familia carismática”[3], la Familia de María Petković.
Gracias Señor porque hemos sentido en estos dias la presencia suave de tu Santo Espiritu en nuestra Vidas. Ayudanos a estar siempre unidos para gloria de Dios!
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